Historia del hotel

«En primer lugar, nos inspiramos en los colores y dibujos de la época que se pueden encontrar en algunas reediciones de los tejidos Frey o Canovas. Por eso, en las habitaciones, en lugar de pintar las cuatro paredes del mismo color, hemos optado por colocar telas Jouy en la pared del cabecero y en otra, lo que crea un efecto tapiz. El resto es extremadamente sencillo para evitar cambiar el estilo original del château», explica Philippe de Lanouvelle.

Algunos detalles, como el oro, mejoran el château, especialmente los acentos dorados en las molduras de la primera planta.

En relación con la nueva distribución de las habitaciones, se ha prestado una atención especial a las camas, la mayoría de las cuales mide 2 x 2 m: cabeceros ornamentales inspirados en el siglo XVIII y actualizados; mesillas empotradas con detalles en dorado; iluminación LED inspirada en las máscaras venecianas del siglo XVIII.

El Château d'Audrieu presenta muebles de estilo clásico inspirados en los siglos XVII y XVIII, con referencias a su historia y tradición. Este mobiliario se completa con sillas tradicionales del fabricante Jean-Pierre Besse en la región de Vosgos, lo que perpetúa el saber hacer de la fabricación de armarios francesa.

Alain Scelles, el jardinero, empezó a trabajar en el Château como aprendiz hace 27 años. Esta parte de la propiedad se ha conservado completamente.

Si avanzamos en el Cour d'Honneur, el parque aparece como una joya en armonía, con sus dos remarcables cenadores, con macizos de flores de estilo francés en un entorno refinado, encantador y de lujo discreto, con la entrañable cordialidad de un carácter propio.

El parque de estilo inglés tiene árboles tricentenarios entre los que se encuentran diversas especies: hayas, robles, fresnos, castaños y cedros.

Este magnífico parque tiene más de tres kilómetros de paseos para recorrer y relajarse escuchando el canto de los pájaros.